10 de Diciembre 2010
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TEJIDO “¡A LA CHILENA!”
Mujeres redescubren ventajas de tejer y disparan venta de lanas y palillos
Jueves, 29 de julio de 2010
Economía y Negocios
Constanza Flores Leiva
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Las jóvenes se han incorporado con fuerza, porque buscan crear sus propias prendas y marcar un estilo propio. En nuestro país, como en todo el mundo, el tejido dejó de ser una necesidad y se convirtió en un hobby . Este pasatiempo de lanas y palillos relaja, al tiempo que permite desplegar la creatividad. Por eso, celebridades como Sarah Jessica Parker, Hilary Swank y Cameron Diaz se han declarado sus fanáticas, y en países como Estados Unidos e Inglaterra existen colectivos que realizan instalaciones tejidas en espacios urbanos.
Las razones para tejer han ido cambiando con el tiempo. Si bien antes en Chile se confeccionaban prendas de lana o hilo porque salía más barato, la invasión de tejidos provenientes de China hizo que sólo los amantes de esta manualidad siguieran practicándola, porque los hilados, en la medida en que han adquirido valor -a través de la calidad de las fibras naturales o de los efectos de textura y de color de los materiales sintéticos-, se han hecho cada vez más caros. Los productores reconocen que ya le perdieron el miedo a ofrecer ovillos sintéticos de 100 gramos que superaran "la barrera psicológica" de los $1.000 y los de fibras naturales bordean los $10 mil.
Así, los hilados para tejer tienen características muy distintas a las de los materiales de las prendas terminadas que se venden en las grandes tiendas. "Las personas buscan diferenciarse a través de la moda, sobre todo las mujeres", dice Igor Selaive, jefe de ventas de Coats Cadena. Esta empresa, dueña de Lanas Cisne, que ha focalizado su oferta en los hilados fashion y de fantasía, ha incrementado sus ventas en un 40% en relación con 2009.
En el mercado coinciden en que las principales responsables de impulsar la demanda son mujeres jóvenes, de todas las clases sociales, que buscan marcar tendencias a través de sus propias creaciones y que utilizan las redes sociales para juntarse o intercambiar datos. La primera comunidad de tejedores latinoamericanos Revesderecho.com se creó en Chile, y en Facebook existen grupos como Tejedoras Furiosas, que tiene unos dos mil 600 miembros o Tejer hace bien, con cerca de 900 inscritos.
En este sentido, Chile, junto con Uruguay, se destacan en la región por poseer una amplia cultura del tejido.
Palillos y lanas gruesas Productores y distribuidores de hilados coinciden en que el tejido está experimentando un revival . Prueba de ello es que se ha disparado la venta de palillos. José Amar, dueño de Textiles Lanabel, dice que si hace 20 años importaba US$50 mil en palillos, hoy trae US$300 mil. Y en Lanera Chilena afirman que la comercialización de estas herramientas ha crecido en 50% en los últimos tres años.
Pero los que más se venden no son los de numeración más baja -usados para tejer los hilados más delgados-, sino que los que van desde el N°7 al N°10. Para Molinare, esto es prueba de que es la juventud impaciente la que más teje, porque la lana gruesa permite terminar la labor más rápido. "La gente joven está tejiendo y cada día más. Antiguamente, tejían en sus casas, ahora lo hacen en los cafés", dice.
Para calmar los nervios En Lanera Chilena recuerdan que 1985 fue un año excepcional para la venta y lo atribuyen al efecto terapéutico de la manualidad, que sirvió para calmar los nervios tras el terremoto.
Este año, la tendencia se ha repetido. La temporada alta del invierno, que tradicionalmente se inicia a principios de mayo, ahora se adelantó a fines de marzo. Y aunque en Lanabel perdieron varios clientes en el sur y un local de Irarrázaval a raíz del megasismo de febrero, sus ventas mensuales crecen a tasas de dos dígitos.
La apuesta de las hilanderías premium Alpaca, angora, lana merino, cachemira y vicuña son las fibras naturales más finas, conocidas por su alta calidad y sus elevados precios. Pero la nueva concepción del tejido ha favorecido su revalorización, con el consecuente efecto en la demanda. Por eso, compañías más pequeñas decidieron enfocarse en este segmento para satisfacer a un nicho más sofisticado, con miras al mercado internacional y apostando por la calidad en vez de la cantidad. Así nació Araucanía Yarns, fundada hace una década por Michelle Boisier y su madre Nora Bierschwale. La compañía se dedica a teñir artesanalmente distintos hilados naturales que compra en el extranjero y es reconocida como una de las cinco marcas de hilados premium a nivel mundial, según Bierschwale. Sus principales mercados son EE.UU., Canadá y Europa, y recién en 2009 comenzó a vender en el país a través de la tienda Cuentapuntos, en Alonso de Córdova.
Otra marca premium es Quintaessence, creada por María Herlinda de La Garza, quien desde 1995 se ha dedicado a purificar genéticamente alpacas en Llaillay para producir fibra de una suavidad y textura similar a la de la vicuña, la más fina de todas. Sus reproductores se exportan a Europa y la empresa produce unos 1.400 kg. de lana de alpaca al año, que se destinan a la producción de hilados, pero también a la confección de moda. La hilandería Pietro Romagnoli, controlada por Guarrino y Eugenia Romagnoli, es conocida por sus hilados cardados Romanina y abastece el mercado nacional con lana de yak, mohair, alpaca y angora. 21 de Mayo: el barrio lanero en el corazón de la capital Punto de encuentro de las amantes del tejido, el triángulo conformado por las calles 21 de mayo, Diagonal Cervantes y Esmeralda, alberga a las lanerías más antiguas de Santiago. Pero a pesar de su larga existencia, en el barrio predomina un ambiente agitado y febril, donde las compradoras abarrotan las tiendas en busca de los ovillos para sus proyectos. Estas distribuidoras abastecen la demanda minorista, pero también venden al por mayor y hacen entregas a almacenes, bazares y cordonerías de todo el país. El Palacio de las Lanas fue uno de los primeros en instalarse, hace unos 70 años. El negocio actualmente es comandado por Fernando Cruz, representante de la tercera generación. Lanería El Siglo tiene presencia en el barrio con dos sucursales y fue fundada hace unos 40 años por Horacio Carvajal, quien además controla Lanas Dina, otra grande del sector. Estos dos negocios ofrecen cursos de tejido a sus clientes con distintas técnicas y en El Siglo es posible encontrar siempre un grupo de mujeres que intercambian técnicas y conocimiento en la misma tienda.
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Desarrollo de Productos y Ventas : Isabel Paz
Mail : [email protected]
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